Bienvenidos a una nueva entrada de Yentelman, el blog en el que aprenderéis inglés y, si os descuidáis, hasta español. Sin rodeos: hoy voy a escribir sobre cómo redactar un CV en inglés. Este es un post al que llevo mucho tiempo dando vueltas. El problema que he tenido siempre a la hora de ponerme a escribirla es que no soy ni mucho menos un experto en recursos humanos. Ni en la redacción de CVs. Ni tan siquiera he tenido ocasión (ni, por suerte, necesidad) de buscar trabajo en el extranjero en plan serio. Y, por supuesto, hay mucha gente que sabe de esto mucho más que yo, y ha escrito acerca de ello incontables artículos.
En tal caso, ¿qué me hace pensar que estoy en condiciones de aconsejar a nadie acerca de cómo redactar su CV? Bueno, para empezar, no lo estoy. En serio. Como he mencionado, existen infinidad de webs en Internet que os podrán asesorar, con pelos y señales, acerca de lo que tenéis que incluir en vuestro CV, cómo plantearlo, qué palabras clave usar, etc. Y, casi con total seguridad, la mayoría sabrán lo que se dicen. Y hasta os darán plantillas.
Entonces, ¿qué nos puedes aportar en este post, Sr. Yentelman?
Bueno, para empezar, llevo ya bastantes años leyendo acerca de las tendencias a tener en cuenta a la hora de escribir un buen currículum. De modo que, informado, lo que se dice informado, estoy. En segundo lugar, no olvidemos que muchos de vosotros tendréis un CV en español, es decir: adaptado a las exigencias y requisitos del mercado nacional. Este mercado, por suerte o por desgracia, continúa en gran medida anclado en prácticas anticuadas si lo comparamos con las costumbres anglosajonas. Finalmente, lo que os voy a contar hoy aquí no pretende ser una guía acerca de cómo escribir un buen CV en inglés. Mi intención es, más bien, daros un toque de atención respecto a ciertos deslices que soléis cometer en vuestros CVs y que, pese a que es posible que en el mercado laboral español no tengan mucha incidencia, son errores bastante graves si pretendéis acceder a un puesto de trabajo en un país angloparlante.
Uno de los ejercicios que suelo pedir a mis alumnos es que me envíen su CV en inglés (por cierto, en el idioma de la Pérfida Albión es más frecuente utilizar el vocablo resume para hablar del CV. Sí, es un false friend), y he podido observar que casi todos suelen caer más o menos en los mismos errores. A causa de esto, he recopilado este listado de las cinco erratas más comunes que podéis cometer a la hora de redactar vuestro CV en inglés.
Formato
Aunque a la hora de redactar un CV cada uno puede preferir un formato u otro, hay algunos resumes que son para echarse a llorar. Vale, no todo el mundo es experto en diseño gráfico. Y no te preocupes, que para ese puesto de camarero no van a pedir un CV en un formato como este:
Sin embargo, como suelo decir, no todo es blanco y negro, sino que existen más de cincuenta tonalidades de gris entre medio. Una opción segura y siempre fiable es el formato Europass. No falta quien dice que está muy trillado, pero tiene la ventaja de ser accesible, limpio, cómodo y fácil de editar. Basta con adaptarlo a tus necesidades, prescindir de aquellos aspectos que no cuadren (y, por supuesto, de los encabezados y pies de página por defecto) y con un par de cambios en el tipo de fuente (dentro de lo razonable) y en el diseño en general, es un excelente recurso para aquellos job seekers que necesiten un CV funcional.
Datos personales
Uno de los errores habituales del candidato hispano que pretende solicitar un puesto en el extranjero es el abuso de información de carácter personal. Partiendo de la inevitable foto de carnet, y llegando a incluir aspectos como el sexo, la nacionalidad o incluso el estado civil o el DNI, los datos personales, tan privados para otras cosas, se reparten alegremente en cada CV orientado al mercado español. Sin embargo, esto es prácticamente impensable en los países anglosajones.
Se está hablando mucho últimamente de lo que se conoce como «currículo ciego». Este tipo de CV se caracteriza por prescindir de elementos tales como la fotografía del candidato o sus datos personales, llegando incluso al extremo de evitar poner incluso el nombre.
¿Cuál es el objeto de esto? Sencillamente, evitar el sesgo y la discriminación a la hora de contratar, de forma que el reclutador se guie únicamente por los méritos del candidato. Las empresas son las primeras interesadas en esto: nadie quiere otro caso Sánchez Romero.
Esta aparente innovación lleva ya muchos años siendo habitual en sitios como Reino Unido o EE.UU. Sin llegar tal vez al extremo de excluir el nombre, lo cierto es que es importante evitar cualquier información de carácter personal no relevante para el puesto. A este respecto, lo ideal es limitarse a aquellos datos que permitan al empleador ponerse en contacto contigo: un teléfono móvil y una dirección de correo electrónico debería ser más que suficiente.
¿Qué en la entrevista te van a ver el careto igualmente? Puede ser, pero de entrada te aseguras de que si no te llaman para dicha entrevista no es por circunstancias relativas a tu físico, raza o sexo.
Experiencia y formación
Como mencionaba en el primer apartado, un CV en formato Europass es una apuesta segura. Y añado: sobre todo, si no tienes demasiada experiencia laboral. Y es que, por suerte o por desgracia, muchos chavales jóvenes tienen que buscarse las lentejas en el extranjero hoy en día (algo que, por otra parte, les puede salir muy bien. Ejemplos tengo unos cuantos). El Europass es un formato que les puede permitir rellenar un tanto ese CV al solicitar ciertos datos que, eso sí, deberán ir quedando atrás a medida que el candidato adquiere experiencia y/o conocimientos para completar su currículum con contenidos más relevantes y sustanciosos.
En general, será importante desarrollar cada punto de estos apartados con detalles acerca de los requisitos de cada puesto o lo que se aprendió en cada formación. A este respecto, no me voy a mojar demasiado. Aunque muchos expertos aconsejan centrarse en palabras clave y en descripciones orientadas a resultados (básicamente, «¿qué puedes hacer tú por la empresa?»), otros, como la genial Liz Ryan de The Human Workplace, abogan por un CV con voz humana, mucho más personal.
En cuanto a la formación (education), uno de los errores que veo más a menudo, sobre todo en los citados resumes de neófitos, es el de incluir una lista de títulos y cursos que llega a remontarse a ese certificado que te dieron al finalizar la guardería. Si estás buscando trabajo antes de licenciarte, o si tan sólo tienes formación básica, de acuerdo; puedes incluir tu título de la ESO. Pero en el momento en que tengas una FP, CFGS o cualquier tipo de diploma universitario, tendrás que librarte de cualquier titulación inferior en tu CV. Nadie te va a contratar porque fueras el más listo de tu clase en Bachillerato, créeme.
Idiomas
Nadie duda de que el inglés sea «el idioma» por excelencia. Y por eso, raro es el candidato hispanohablante que no hace referencia al inglés en su CV. Por supuesto, «Inglés nivel medio». Faltaría más. El problema viene cuando el entrevistador sí habla el idioma y decide poner a prueba tus habilidades en la entrevista de trabajo. Por eso, aquí me voy a atrever a daros un consejo que no suele aparecer tan a menudo en las guías sobre cómo crear un buen currículo: si no vas a ser capaz de defenderte en una entrevista en el idioma que has incluido en tu CV, mejor no lo pongas.
Relevancia
Para terminar, llegamos a un apartado que suele dejarse para el final, que es el de la información adicional. En este caso, muchos hablan de sus destrezas como jugadores de equipo, sus ambiciones, sus gustos y aficiones… Lo de «ser capaz de trabajar en equipo» lo veo como el «amigo de mis amigos» típico del cuñadismo… pero lo que más me chirría cada vez que veo uno de estos currículos es la falta de coherencia con el resto del CV o, directamente, de relevancia en general.
Volvamos al punto de la experiencia y la formación. Señor mío, si vas a solicitar un puesto de ingeniero informático, tu experiencia laboral como camarero en Ibiza sobra bastante. Y ese curso que hiciste de cata de hidromiel vikinga, también. La única excusa para incluir aspectos tan peregrinos de tu trayectoria en un CV orientado a un trabajo que no tiene nada que ver es, como ya he dicho, que sea tu primer intento de solicitar un curro «de lo tuyo» y tengas que rellenar currículo con cualquier cosa que demuestre que estás dispuesto a trabajar. Y aún así.
Ojo, que también puede ser que el consumo de hidromiel vikinga mejore tus habilidades como programador en un 288%, en cuyo caso deberías especificarlo en el propio CV. Porque, de lo contrario, no tendrás ocasión de hacerlo en esa entrevista a la que no te van a convocar.
Y en cuanto al punto final de marras, el de la información adicional, pues lo mismo. Relevancia. Que seas mago de nivel over 9000 en el Clash of Clans no te va a aportar beneficios extra en una hipotética búsqueda de empleo (a menos que el jefe de RRHH sea tan friki como tú, claro está). En mi caso, y dado que tengo un CV orientado a la comunicación, incluyo mi pasado como co-creador y presentador de un programa radiofónico; y, por supuesto, mi blog.
¿Qué se puede poner aquí que sea relevante en cualquier caso? Si hablamos de un CV dirigido al mercado anglosajón, es imprescindible incluir referencias. En lo que a mí respecta, las ofrezco bajo petición. Pero siempre es buena idea incluir el nombre, e-mail, teléfono y categoría profesional de al menos un par de personas que puedan decirle al reclutador lo cojonudo que eres en lo tuyo.
Otra cosilla que no está de más, siempre que sea apropiado para el puesto, es enlazar a tu blog o página web. Y a tu perfil de LinkedIn, si es que tienes. Y si no, ya estás tardando. Para terminar, y aunque tópico, puedes incluir el carnet de conducir, que a su vez demostrará que puedes desplazarte.
Y esto es todo, amigos. Como ya dije, no quiero entrar en aspectos más técnicos o de otra índole, pues hay suficiente información en la red para el que quiera encontrarla. Eso sí, si alguien tiene un truco infalible para conseguir el CV que te va a garantizar un empleo y quiere compartirlo con nosotros y nuestros lectores, ya sabe dónde ponerlo: en los comentarios, en nuestro Facebook, Twitter o nuestro perfil de Bloguers. Peace and love!
Buen artículo David. Por cierto, ¿alguna web con plantillas que te echen una mano con el currículum en ingles?
Hola Jesús. Me alegra que te haya gustado. Pues webs con plantillas hay muchísimas en Internet, la verdad. El principal problema es que muchas de las plantillas están en pdf. Dos buenos sitios donde puedes bajarte plantillas en formato word son:
https://resumegenius.com/resume-templates/basic-templates#harvard-resume-templates (aquí puedes descargar packs de distintos estilos en colores diversos. También tiene muestras organizadas por empleos, cover letters y muchas cosillas más).
http://www.hloom.com/resumes/. Según dicen en su página, más de 440 plantillas distintas en word. No lo he comprobado, pero sí que parecen tener unas cuantas. Ojo al descargarlas, que hay bastantes banners de descarga falsos. Haz click en lo más sencillo: el enlace en el que pone Download: Free.
Espero que te sirvan. Un saludo y ¡gracias por comentar!