Bienvenido a un nuevo post de Yentelman, el blog en el que aprenderás inglés y, si te descuidas, hasta español. Tras casi 400 entradas desde nuestro nacimiento, voy a aprovechar la de hoy para empezar un hilo argumental acerca de un tema que, estoy seguro, te va a interesar. Y es que, seas estudiante o profesor, empresario o empleado, seguramente te vendrá bien aprender algo de Business English. ¿No?
Business English, Inglés Para Empresas e Inglés Empresarial.
Si has leído el espacio en el que hablo de mí, sabrás que doy clases (entre otras cosas) en un centro de enseñanza superior. Este año pasado me tocó dar clase de Business English. Y de eso voy a hablar hoy. Sirva este post como una introducción general al Business English o Inglés Empresarial. En próximas entradas iremos viendo aspectos específicos del mismo, siempre alternando con algún artículo más «ligero» de vez en cuando.
¿A Quién Va Dirigido Este Post?
Mi intención es que mi post de hoy sirva por igual a alumnos y a profesores. A alumnos porque, si eres uno de ellos, podrás aprovechar este post y los siguientes para afianzar tus conocimientos; y a profesores porque, si es la primera vez que vas a dar clase de Business English, puede que te sientas algo amedrentado. Been there, done that. Espero que lo que te voy a contar hoy contribuya a quitarte miedos.
También he mencionado a trabajadores y empresarios. Y es que un trabajador debe saber qué se puede encontrar si en su empresa le ofrecen (o le imponen) la oportunidad de recibir clases de inglés. Del mismo modo que un empresario ha de saber qué es lo que debe contratar para ofrecer a sus trabajadores las mejores clases de Business English. En este caso, hay que ser consciente también de la ciudad en la que te mueves: no es lo mismo buscar clases de inglés para empresas en Madrid que hacerlo en Villabotijos de Abajo. Pero ya ampliaré este punto más adelante.
¿Inglés para Empresas o Inglés Empresarial?
Recuerdo la primera vez que di clases de inglés para una empresa. Sin entrar demasiado en detalle, decir que tuve que alojarme en el lugar donde iba a dar las clases y, para mi yo de veintipocos años, el entorno idílico en el que estuve ya hacía que mereciera la pena. El caso es que, siendo yo un joven prácticamente recién licenciado, la perspectiva de impartir clases de inglés empresarial me acojonaba daba bastante miedito.
Cuál sería mi sorpresa cuando la agencia me hizo llegar el material del curso y pude comprobar que no había tanta diferencia entre el inglés que yo conocía y el que aparecía en el libro. Y es que, en efecto, muchas veces impartir inglés para empresas es una cosa, enseñar inglés empresarial es otra. Esto lo vamos a ir viendo en sucesivos posts. El inglés empresarial, o Business English, no deja de ser inglés tradicional pero adaptado a un entorno profesional.
Aspectos que ya hemos tratado en el blog, como saber escribir una carta de presentación o un currículum vitae en la lengua de Shakespeare, forman parte del inglés empresarial. Y el inglés para empresas, en Madrid, en Villabotijos o en una ciudad como la mía, Zaragoza, suele ser el inglés «de toda la vida», con su gramática estándar (verbos, artículos, pasivas…), algo de vocabulario más específico, y algún momento para explicar cómo utilizar este inglés del día a día en un contexto de empresa o negocios.
Al final, resultó que dar clases de inglés para empresas no es tan diferente a hacerlo en un centro de enseñanza cualquiera. Tan sólo hay que tener claras unas cuantas ideas.
Presta Atención a las Necesidades de tus Alumnos
Dar clases en un instituto, en un centro de enseñanza superior, o incluso en una academia, implica que vas a tener un alumnado relativamente homogéneo en cuanto a sus conocimientos. Más o menos. Dar clases de inglés para empresas suele implicar tener enfrente a un grupo de profesionales con unos niveles muy variados. En tal caso, es importante saber qué busca y necesita cada uno de estos alumnos.
Tanto si la empresa ha proporcionado el material, como si el propio docente debe buscarse la vida, la comunicación es muy importante. Si eres profesor, pregunta. Si eres alumno, facilítale la tarea al profesor haciéndole saber qué objetivos tienes.
Como he dicho antes, no es lo mismo impartir o recibir clases de inglés para empresas en Madrid que hacerlo en Villabotijos. Los objetivos de una gran empresa ubicada en la capital serán probablemente distintos que los de una localizada en un pueblo pequeño. Puede que en el primer caso, tú, como empleado, debas prepararte para liderar un equipo de gente que trabaja en un país angloparlante, con visitas, videoconferencias, etc. En el segundo, tal vez vayas a necesitar el inglés para tratar vía telefónica con un exportador estadounidense de maquinaria agrícola. Por ejemplo.
Sea como fuere, es importante tener bien presentes las necesidades de los alumnos, y conseguir cuanto antes una buena comunicación bidireccional.
Elige Bien tus Materiales
Ya he dejado caer que, en su día, la agencia para la que trabajaba me proporcionó los materiales. Esto, evidentemente, te quita problemas. Pero, para ser sinceros, no creo que sea lo ideal. No digo que tengas que tirar a la basura el libro que te proporcione la empresa, ni mucho menos. Pero harás bien en no dejar que se convierta en tu único material de referencia.
Internet está llena de materiales que puedes utilizar para complementar el «libro oficial». En la propia web del British Council tienes acceso a unos cuantos. Y una de mis favoritas, Business English Resources, te ofrece tanto planes para profesores como recursos para alumnos.
Pero, si hay algo que puedes utilizar de forma rápida, sencilla y en el momento, es la experiencia de los propios alumnos. Verás: en inglés empresarial, Business English, o inglés para empresas, como prefieras, es muy importante emplear recursos lo más realistas posibles. Nada de my tailor is rich and my mother’s in the kitchen. Y los alumnos de uno de estos cursos de inglés para empresas pueden aportar sus propios materiales con los que trabajan, sus presentaciones, sus proyectos…
Todo ello puede aprovecharse para crear un plan de trabajo que interese tanto al profesor como, evidentemente, a los alumnos. Y no nos olvidemos del empresario, quien, en última instancia, se va a beneficiar de que los empleados saquen el mayor provecho del curso de inglés para empresas que ha contratado y de que puedan aplicar sus recién adquiridos conocimientos a situaciones de su trabajo diario.
Business English y Gramática
Pero no sólo los materiales son importantes. También lo es la forma en la que los planteas y lo que eliges hacer con ellos. ¿Debes impartir una clase de inglés empresarial igual que una dirigida a adolescentes? El sentido común nos dice que no. Y, sin embargo, hay tantos aspectos en común como diferencias. En las clases de inglés para empresas, el objetivo es distinto, pero la necesidad es la misma.
A lo largo del post he puesto mucho énfasis en la necesidad de establecer una comunicación bidireccional. Esto es siempre importante en una clase de idiomas, estés en el entorno en el que estés. Habla con tus alumnos. Alumno, habla con tu profesor de Business English. Si llevas tiempo trabajando en tu empresa, es posible que utilices cierta jerga especializada que tu profesor no tiene por qué conocer. Recuerda: no somos diccionarios con patas. El intercambio de información hará que el profesor pueda enseñarte cómo utilizar ese vocabulario especializado en un contexto gramatical correcto, formal y orientado a los negocios.
Otra idea: Trabaja en grupos. Los empleados están probablemente acostumbrados a trabajar en equipo, y el docente puede sacar partido de ello. Así, además, consigues atajar el problema de tener varios niveles distintos. Todo el mundo puede aportar algo. Incluso el que cree que su nivel es inferior al de sus compañeros, siempre acabará participando en el debate grupal.
En términos generales, la idea es combinar la gramática y vocabulario tradicional con la jerga especializada (y no hablo tanto de términos como blue chips o 401K, que también; sino de vocabulario a priori tan sencillo como invoice, profit o sales) y temáticas propias del inglés de negocios o inglés empresarial.
El Papel del Empresario
Para terminar, voy a dedicar unas líneas a hablar del rol que juega el empresario en todo este asunto. Que no es baladí, ya que, al fin y al cabo, es quien pone la pasta para que a los empleados se les impartan esas clases de inglés para empresas. Una cosilla que merece la pena mencionar es la posibilidad de que estas clases les salgan muy rentables.
FUNDAE, antigua Fundación Tripartita, se encarga de gestionar los programas de formación para el empleo. Y entre todos los cursos que oferta puedes encontrar, por supuesto, cursos de inglés. A través de esta fundación estatal, el empresario tiene la oportunidad de ofrecer cursos de inglés a sus empleados sin tener que empeñar sus mocasines saltarines (con la piel de dos mastines).
Mucha gente cree que esta inversión en formación se utiliza únicamente con clases de inglés para empresas en Madrid, Barcelona, u otras grandes ciudades. Pero lo cierto es que, como informa la propia FUNDAE, «toda empresa que disponga de un trabajador cotizando por el régimen general, aunque sea de nueva creación tiene derecho a bonificarse y dispondrá como mínimo de 420€.» Así que ya sabe usted, señor empresario…
Finalmente, no olvidemos una posibilidad que cada vez está más en auge, tanto para empresarios generosos como para numerosos empleados que eligen mejorar su formación por su cuenta: los cursos de inglés de negocios en el extranjero. Basta echar un vistazo a cualquier folleto de cursos de inglés para adultos en el extranjero para observar cómo cada vez son más los que incluyen en su oferta una o más opciones dedicadas al Business English. Y, creedme, la inmersión lingüística completa supera a todo lo demás.
En el Próximo Episodio…
Hasta aquí esta introducción a lo que implica impartir y recibir clases de inglés empresarial. O de inglés para empresas, que es parecido pero no es lo mismo. En próximos posts ampliaré esta información centrándome, como ya he dicho, en aspectos concretos de lo que viene a ser el Business English en cuanto a temática. Así, podrás basar tus clases o tu aprendizaje en conceptos como el networking, la cultura empresarial (corporate culture) o los recursos humanos (Human Resources), por citar algunos. Mientras tanto, no dejes de visitar estos artículos de Yentelman en los que ya trataba temas de inglés de los negocios:
- How to Write: La Carta de Presentación
- 25 Acrónimos de Empresa que Deberías Conocer
- 5 Aspectos a Tener en Cuenta al Escribir tu CV en Inglés
- 25+ Acrónimos de Marketing que Deberías Conocer
- Business English: La Importancia Del Networking
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Bueno este post no pega conmigo para nada, pero me ha recordado una historia de una amiga rusa que la incorporaron hace años para la Talgo, donde crean los vagones de dicho tren y los exportan a diversos países del este donde se habla o ruso o sucedáneos del mismo. Su labor era simple en un principio, transcribir panfletos en español a su idioma y obviamente ambos los dominaba… hasta que se dió cuenta que no… ¿te imaginas cuántas partes y piezas mecánicas puede tener un vagón? ¿te imaginas que no tienes ni idea, debes entenderlas en un idioma que no es el tuyo y después buscar una palabra acorde en el tuyo que sea la adecuada a ese término?
Pues esa es la definición para mí de inglés empresarial, que no para empresas, que conozco. Supongo que el inglés para empresas es mucho más normal, simplemente ayudar a tus trabajadores a que medio dominen el idioma y les saquen de un apuro, pero el empresarial, amigo es harina de otro costal según donde te toque, habrá términos, palabras específicas y una jerga muy diferenciada que, o bien es una empresa donde te puedes adaptar, o puede ser un auténtico caos y tener dolor de cabeza a menos que además de dominar el idioma tengas una ingenieria o algo por el estilo. Es por ello que entiendo en ciertas ocasiones cuando lees los prospectos o instrucciones de un producto, y en tu idioma no tienen sentido alguno, aunque igual el traductor sepa castellano, no está preparado específicamente para ello.
Veremos pues como desarrollas esto en las sucesivas entradas, porque me interesa jajajajaja
Lo de tu amiga rusa es un clásico, mitos de la traducción 1.0. Gente nativa o bilingüe que se cree que sólo por hablar el idioma a ese nivel ya son capaces de traducir, con todo lo que ello conlleva. Las traducciones especializadas y técnicas existen por algo. De hecho, se suele decir que lo ideal de cara a una traducción técnica es que el traductor colabore mano a mano con un experto en la materia. Por desgracia, pocas veces es posible.
De todas formas, ya he comentado en el post que no pretendo dar glosarios de terminología empresarial, para eso ya hay diccionarios especializados y otros sitios de Internet. No descarto hacer algún post con algunos términos (ya lo hice con el de los acrónimos, por ejemplo, y a lo largo de mi blog te puedes encontrar con algunos otros escondidos por ahí. El de blue chips es un ejemplo. Tengo también el de idioms con book, donde aparece alguno), pero no es mi intención. Mi objetivo es centrarme más en el uso del inglés para empresas, que no deja de ser Business English, por otra parte.
En cualquier caso, espero seguir viéndote por aquí. ¡Gracias por comentar, como de costumbre!