Bienvenido a un nuevo post de Yentelman, el blog en el que aprenderás inglés y, si te descuidas, hasta español. Ya, ya sé que llevo meses sin escribir, pero es que lo de teletrabajar quita más tiempo de lo que uno podría esperar.
Pero bueno, ya estoy de vuelta; y hoy os vengo a dejar un post de vocabulario. Concretamente, de atracciones de feria. Y es que, cuando en octubre se fueron al garete las fiestas del Pilar (y, por ende, las ferias) por culpa de la pandemia, se me ocurrió este post. Sí, ha pasado un mes (largo), pero por fin os lo traigo.
Vocabulario de ferias y parques
¿»Las Ferias» o «El Parque de Atracciones»?
Cuando se habla de atracciones de feria, lo primero que uno debe tener claro es si estamos hablando de (fun)fair, carnival, theme park o amusement park. Y es que no es lo mismo.
Funfair / Carnival
Técnicamente, fair hace referencia a un evento donde se reúnen compradores y vendedores de diversos productos. Muy populares son, por ejemplo, las cattle fairs o ferias de ganado. Es por eso que, cuando queremos hablar de una feria que incluye atracciones, suele añadirse el adjetivo fun antes del nombre fair.
Las funfairs o carnivals son amplias áreas al aire libre, donde puedes encontrar atracciones (rides), puestos de algodón de azúcar (cotton candy en inglés de EE.UU.; candyfloss en inglés británico; y fairy floss en inglés australiano) y manzanas de caramelo (candy apples en EE.UU, toffee apples en UK), rifas y tómbolas (raffles), y muchos otros juegos y puestecillos variados. Lo que en mi tierra, y más en época de las consabidas Fiestas del Pilar, llamamos «Las Ferias», con mayúsculas.
A los feriantes se les conoce en inglés, de forma coloquial, como carnies (en singular, carny). Se trata de un término acuñado en 1931 para referirse de forma abreviada a los carnival workers.
¿Hay diferencia, pues, entre funfair y carnival? Aunque la idea que conllevan ambas palabras es la misma, hay una ligera diferencia, que sería la presencia o no de animales. Así, las fairs, tal vez por ese significado tradicional que mencionábamos antes, conllevan habitualmente la exposición de animales, mientras que los carnivals se suelen limitar a los juegos, casetas y atracciones.
Ambas se diferencian de los amusement parks, que veremos a continuación, por su carácter itinerante: Las ferias van y vienen, no permanecen en el mismo sitio durante todo el año, cosa que sí ocurre con un amusement park.
Amusement park & Theme park
Los «parques de atracciones» son muy similares a las «ferias» en cuanto a que tienen atracciones, puestos y tenderetes, juegos, etc. Pero, a diferencia de estas, están ubicados en un espacio fijo durante todo el año, siendo básicamente inamovibles.
Los parques de atracciones tradicionales, aunque aún siguen pegando fuerte, han ido perdiendo terreno frente a los Theme Parks, o parques temáticos, que no dejan de ser un subgénero dentro de estos amusement parks. Disneyland es el theme park por antonomasia. En España son theme parks bastante conocidos Port Aventura, Terra Mítica, el Parque Warner o Dinópolis.
5 atracciones imprescindibles (en inglés)
Ferris Wheel
La «noria» de toda la vida es «un artefacto movido por fuerza animal o inanimada que se emplea en los huertos para la elevación del agua de pozos poco profundos» (Wikipedia dixit), y se remonta a los tiempos anteriores a Jesucristo. A efectos de este post, la noria (también llamada rueda o estrella en algunas partes de Sudamérica) es una atracción que no puede faltar en ningún parque o feria que se precie. Es posiblemente una de las dos atracciones más imprescindibles, junto con la Montaña Rusa.
El término en inglés, Ferris Wheel, se debe al ingeniero George Washington Gale Ferris Jr., quien diseñó y construyo la primera noria (como atracción, obviamente) en 1893, con motivo de la Feria Mundial de Chicago. Esta es una feria de las otras, no de las de algodón de azúcar y autos de choque. Ains, qué lío, ¿no?
En fin, la noria de Ferris medía algo más de 80 metros de altura y contaba con 36 cabinas con capacidad para 60 personas cada una. Fue destruida en 1906, tras su traslado a St. Louis para su propia feria mundial, en 1904.
Carousel
Esta atracción de feria se conoce como carousel en EE.UU, roundabout en Reino Unido (sí, como las rotondas) y, en inglés internacional, Merry-Go-Round. En español se le llama carrusel, tiovivo, caballitos o, en Argentina, calesita.
Como supongo que ya sabes, es una plataforma circular en movimiento con asientos para los usuarios. Lo primero que se le viene a uno a la mente cuando piensa en estos asientos son caballos, de ahí lo de «caballitos». Sin embargo, hoy en día puedes encontrar todo tipo de artefactos en los que montarte, desde globos a naves espaciales, pasando por todo el reino animal.
El origen de los carruseles se remonta a las Cruzadas. Se llamaba así a un juego y entrenamiento de los caballeros turcos y de oriente medio, en el que cabalgaban en círculos pasándose una pelota unos a otros. La palabra proviene del italiano garosello y del español antiguo carosella, términos que venían a significar «pequeña batalla «.
Haunted Attraction / Dark Ride
Las casas o mansiones encantadas, pasajes del terror, casas del terror y otras atracciones similares se engloban en lo que en inglés se llaman haunted attractions, ghost trains o dark rides.
Hay cierta diferencia de concepto entre las primeras y las dos últimas. Generalmente, las haunted attractions simulan la visita a edificios encantados, donde los usuarios suelen ir a pie, y muchas veces los «monstruos» son encarnados por actores. Este tipo de atracciones son muy típicas de octubre y noviembre, generalmente en fechas cercanas a Halloween.
Las dark rides, por su parte, suelen consistir en un recorrido fijo que los usuarios realizan a bordo de vehículos guiados. A lo largo de este trayecto, irán apareciendo diversos seres (presuntamente) terroríficos, acompañados de luces y sonidos que, bajo mi punto de vista, acaban siendo más molestos que aterradores.
Roller Coaster
Al hablar de la noria, la citábamos como una de las dos atracciones de feria más populares. La otra, la Roller Coaster proviene, curiosamente, de la atracción originariamente llamada en inglés Russian Mountain; es decir, las «montañas rusas», como las conocemos en español.
Estas Russian Mountains originales datan del siglo XVII, en la zona que hoy es San Petersburgo. Estaban hechas de hielo, con refuerzos de madera. Medían entre 21 y 24 metros, y tenían una caída de 50 grados. El inventor estadounidense LaMarcus Adna Thompson obtuvo en 1885 la primera patente de lo que serían las montañas rusas tal y como las conocemos hoy en día. Como curiosidad, en Rusia se llama a estas atracciones «Montañas Americanas». Me pregunto cómo llamarán allí a la ensaladilla rusa…
El porqué del término roller coaster cuenta con, al menos, dos versiones. Tal vez la más aceptada sea la que dice que, en uno de sus primeros diseños, se utilizaban unas rampas con rodillos (rollers) sobre los que un trineo se deslizaba cuesta abajo (coast).
La segunda versión atribuye el término a los inventores Stephen E. Jackman y Byron B. Floyd, quienes, en 1887, habían creado una atracción consistente en un trineo colocado en la parte más alta de un circuito, que se deslizaba suavemente sobre cientos de rodillos hasta llegar al suelo.
Bumper Cars / dodgems
Los autos (o coches) de choque es otra atracción imprescindible. En inglés, además de los dos nombres arriba mencionados, también se les conoce por bumping cars, dodging cars o dashing cars.
El nombre dodgem les fue dado en origen por sus inventores, los hermanos Max y Harold Stoehrer, de Massachusetts, quienes solicitaron la patente a finales de 1920. El objetivo de la atracción por entonces no era chocar, sino esquivar a los demás coches, de ahí el nombre: dodgem, de dodge’em (dodge them), o «esquívalos».
No fue hasta más adelante cuando se descubrió que chocar con otros coches era más divertido que esquivarlos, siempre dentro de una relativa seguridad (niños, no intentéis hacer esto en la autopista y esas cosas). De ahí el término posterior, bumper/bumping cars (de bump, chocar) o el alternativo, dashing cars (donde uno de los significados originales de dash, además de ir muy deprisa, es golpear algo repentinamente y con violencia, como ya vimos en este post).
Obviamente, hay muchas más atracciones que nos hemos dejado sin poner (el látigo, la tagada, y un largo etcétera), pero me vendrán bien para una posible segunda entrega de este post. Hoy he optado por incluir solo las más clásicas o tradicionales. Como de costumbre, puedes decirme qué te ha parecido en los comentarios, en nuestro Facebook, Twitter, o en nuestro perfil de Bloguers. Peace and love!
Me ha recordado muchísimo a una entrada que hice el año pasado sobre esto. Me ha parecido curioso sobre todo lo del pasaje del terror, no sabía su origen y el término ingles de los autos de choque, ahora entiendo el nombre del coche y del balón prisionero. Grande Eugenio jajajaja. Me alegro de volver a leerte. Un abrazo
Y yo me alegro de volver a leer tus respuestas a mis posts, jeje. Claro que, es difícil si uno no escribe, para empezar.
Cierto lo del balón prisionero. La película esa de Ben Stiller se llamaba así, de hecho: Dodgeball. Creo que me acuerdo de ese post, jeje. Y el chiste de Eugenio había que meterlo, claro. Como la(s) referencia(s) al episodio de los Simpsons…
¡Un abrazo!
Este tipo de post son muy utilices para coger nuevo vocabulario
Puede que no te quedes con todos, pero sin con los que te parezcan mas curiosos por su historia y lo recomiendo mucho
Un saludo!!
Esa es la idea, Rocío. Siempre he dicho que el vocabulario no se aprende, sino que se adquiere, y mi intención es que la historia o las curiosidades detrás de los términos faciliten la retención. Muchas gracias por comentar y me alegro quete haya gustado el post 🙂
el video de Eugenio corona esta magnifico articulo 🙂
Jajaja, el chiste de Eugenio había que incluirlo. Gracias por comentar, me alegro mucho de que os haya gustado 🙂
Alguien se podría recomendar un curso de inglés para empresas a nivel de inmobiliarias.
No puedo ayudarte aquí, lo siento. No conozco nada tan específico.
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