Movie Quote of the Week: Predator

Film: Predator (John McTiernan, 1987)

Predator

Quote:

Poncho: You’re bleeding, man. You’re hit.

Blain: I ain’t got time to bleed.

 In Spanish:

Poncho: Te han dado. Estás sangrando.

Blain: No tengo tiempo para sangrar

Uttered by:

Jorge «Poncho» Ramírez & Blain Cooper

Performed by:

Richard Chaves (Poncho) & Jesse Ventura (Blain)

Jesse Ventura as Blain

Jesse Ventura as Blain

Richard Chaves as Poncho

Richard Chaves as Poncho

Trivia:

Imagino que, a estas alturas, todo el mundo sabrá que el actor que iba a interpretar al «Depredador» (Predator) que da título al film era Jean Claude Van Damme. Se ha especulado con que le quitaron el papel debido a sus constantes quejas acerca de lo incómodo que resultaba el traje del monstruo. Pero, si bien es cierto que la imagen inicial que iba a tener el Predator era bastante diferente de la final, y que la forma en que estaba construído no iba precisamente a facilitar el lucimiento de las artes marciales de Van Damme (principal motivo por el que se le contrató inicialmente), la verdad es que la razón esencial de su sustitucion parece ser que, a pesar de sus músculos, si comparamos al belga con sus compañeros de reparto Arnold Schwarzenegger, Carl Weathers, Jesse Ventura o Sonny Landham, Van damme resultaba demasiado pequeño como para resultar lo suficientemente amenazador. Finalmente, el actor de dos metros y dieciocho centímetros Kevin Peter Hall fue el elegido para interpretar al temible depredador. Aún así, Van Damme llegó a rodar algunos minutos de metraje como «efecto especial» del depredador camuflado con la selva, como se puede ver en el documental If It Bleeds We Can Kill It: The Making of «Predator» (2001)

Parece ser que, durante el rodaje del film, el departamento de vestuario dijo a Jesse Ventura, ex-gobernador de Minesotta y ex-luchador de la WWE, que habían comprobado que sus brazos eran más grandes que los del otro «gobernator», Arnold Schwarzenegger. Encantado con la información, Ventura apostó con Arnie una botella de champán a que sus bíceps eran mayores. Tras medírselos (muy «macho man» todo, como veis), Arnold ganó la apuesta. Parece ser que fue él mismo quien dijo a los de vestuario que pasaran la información errónea a Ventura, sabedor probablemente de que el ego del ex-wrestler no podría resistir la tentación de apostar con él.

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